Más allá de cumplir con las normas urbanísticas, los grandes emprendimientos comerciales como los hipermercados tienen un impacto que no es lineal. Este tipo de impactos posee muchas dimensiones que quizás no estén a la vista pero que tal vez sean más importantes que las evidentes.
Desde los impactos urbanísticos, los ambientales, que se pueden o no mitigar, minimizar, hasta los impactos sociales y económicos, que son susceptibles de ser maquillados con anuncios irrisorios de beneficencia, ayuda a los pobres y desarrollo para todos, para todos ellos hay una estrategia de respuesta, ya sea desde la corporación o desde las autoridades. Y para todos ellos hay respuestas desde los marcos normativos que fueron generados por los mismos grupos de poder que tienen intereses allí. O sea desde las normas, ordenanzas, leyes.
Por eso somos importantes los vecinos. No tenemos intereses creados dentro de estos negocios.
Y está en nosotros evaluar de una vez por todas a costa de quién son los beneficios.
Y está en nosotros, los vecinos porque somos la única esperanza de cambio.
Sin ir más lejos y a modo de ejemplo, con motivo de la Audiencia Pública en Bariloche, ante el intento de instalación de Wal Mart, la más grande multinacional del Mundo, se le realizó una entrevista a una funcionaria política del área de Obras Públicas. En la entrevista el periodista tuvo que insistirle en el aire dos veces para que focalice su respuesta ante el cuestionamiento profundo: el perjuicio de la llegada de estas firmas a nuestra Comunidad, una corporación con tanta trayectoria cuestionable, una corporación a la que hasta se le oponen las comunidades en Estados Unidos, su país de origen. Más allá del discurso lineal y liviano que se esgrime sobre la fórmula trabajo-pobreza, se reconoce que la funcionaria respondió. Pero mereció de un esfuerzo para reconocer que podría existir el tema. Y el tema es el político.
Para los interesados, si hay trabajo y hay pobreza parece que la ecuación está resuelta. No se discute: la corporación se instala. Ni hablar de discutir si el trabajo es digno. Tampoco sobre quién pagará los costos y hablar sobre externalidades sería impertinente. Tampoco se discutirá el modelo de ciudad que queremos.
Pero hay que tomar conciencia de que la dificultad aquí estuvo dada en el “reconocimiento del cuestionamiento”. De la interpelación. Pero es importante porque si no se reconoce, no se discute. Dificultad en hablar del tema. Si los medios no lo reconocen, no se discute. Si los vecinos no lo reconocen, no se discute. A veces decimos que hay funcionarios que no entiendes ideas del tercer milenio y que se mueven con sistemas de ideas caducos. Otras veces la idea es clara:
Y aquí hay que decirlo, aún estamos hablando del impacto del capitalismo en el mismo capitalismo. ¿Qué ocurrirá si a alguien se le ocurre cuestionar al capitalismo en sí? ¿Y qué ocurrirá cuando se cuestione el modelo de producción y consumo?
El vecino puede cambiarlo.
La ley de Protección a los Glaciares fue votada por ambas cámaras vetada por la Presidenta. Porqué. Porque si protegemos a los glaciares no se puede realizar la explotación minera contaminante en San Juan, ya que, lógicamente esta explotación impactará sobre ellos. Por lo tanto el gobernador de San Juan hizo notar su presencia política y los glaciares y el ecosistema que los rodea o contiene se ven en peligro.
Está de más incluir en este texto la descripción del saqueo y la contaminación que implican estas explotaciones.
Aquí nuevamente tenemos leyes y normas que sostienen este sacrificio del agua en beneficio de algunos interesados económicamente en el asunto. Son leyes generadas por un grupo de poder determinado, en un momento determinado. Ni las corporaciones ni los funcionarios quieren salir de la discusión jurídica o marcos legales. Pero los vecinos van entendiendo que se está poniendo en juego su futuro y los sistemas sostenedores de la vida.